EPSODIO DE MI VIDA

«En 1942, tomando en cuenta mi gratitud inmensa hacia los Estados Unidos, y sabiendo que la mayor parte de mis amigos forzosamente tendrían que ir al servicio militar, ofrecí voluntariamente mi contingente para el Ejército. Ya muchos de mis amigos eran soldados que estaban en el frente de combate, y de muchos de ellos las noticias oficiales no eran nada agradables. Debido a que el servicio médico para los civiles ya era ineficiente, puesto que miles y miles de médicos habían sido llamados al servicio militar, una de las primeras autoridades de este lugar me llamó para decirme que Río Grande City necesitaba mis servicios y que yo no necesitaba ir al Ejército si no quería. Generosamente le agradecí a esta persona y le dije que prefería cumplir con mis obligaciones en el Ejército, ante Dios y ante el mundo libre.» – César E. Espinoza A.